
Desde la vocalía de Profesional activo: D. Andoni Quintana trata La educación emocional en los planes de estudio en su nuevo articulo
La OMS define la salud mental como el “estado de bienestar que permite a los individuos realizar sus habilidades, afrontar el estrés normal de la vida, trabajar de manera productiva y fructífera, y hacer una contribución significativa a sus comunidades”.
Ministerio de Sanidad en la última Estrategia en Salud Mental marcó 5 líneas estratégicas con sus diferentes indicadores de salud.
La línea en la que se desarrollan más indicadores es:
1. Promoción de la Salud Mental
2. Prevención de la enfermedad y erradicación del estigma
3. Trastornos como: ansiedad y depresión
4. Consumo de drogas y alcohol,
5. Autolesiones y suicidios
Un estudio realizado con adolescentes en La Rioja (2018), confirma que los adolescentes que mostraron dificultades en el ajuste emocional y comportamental, también presentaron mayor ideación suicida, conductas relacionadas con el acoso escolar y ciberacoso (percepción, victimización), y consumo de sustancias, concretamente tabaco y cannabis.

A día de hoy, en los programas educativos a nivel estatal resulta difícil encontrar planes de estudio que incluyen la educación emocional. No obstante, existen algunos que buscan responder a las necesidades sociales y afectivas no atendidas por la educación académica tradicional:
- En España, el programa INTEMO pretende mejorar la inteligencia emocional en los adolescentes; el programa de Educación Emocional de Díez de Ulzurrum y Martí, fue pionero en el ámbito de la educación emocional en: infantil, primaria y secundaria;
- “Aulas felices” busca desarrollar las fortalezas personales de niñes y adolescentes a partir de la práctica educativa; y el programa “Cultivando emociones – 2” está encaminado a la educación emocional de niñes de 8 a 12 años (citados en Márquez y Gaeta, 2017).
¿Cómo podríamos contribuir a prevenir este tipo de acontecimientos en los centros de enseñanza?
