Impacto profesional vivido en 2020

Gracias a Manuel Santa de ADN, que supo dar a Enfermeria durante la pandemia otro punto de vista.
Los profesionales de salud están en contacto directo con pacientes con sospecha y/o confirmados con la infección por el nuevo coronavirus y orientan a los demás ciudadanos a permanecer en casa y cumplir el distanciamiento social, mientras estos necesitan permanecer en la vanguardia en la pandemia, colocando sus vidas y la de sus seres queridos en riesgo.
Los trabajadores que lidian directamente con estos pacientes se encuentran naturalmente ansiosos, debido a la situación de falta de certezas y a la necesidad de racionamientos, entrenamientos minuciosos y adecuados para su protección personal, de los pacientes y de los familiares.
A pesar de los desafíos, la enfermería, en todas las categorías, se adapta a las nuevas directrices y prestan el cuidado necesario a los pacientes con sospecha o confirmación del COVID-19.
Estudios comprueban que la enfermería es mentalmente más afectada que otras profesiones, ya que se relaciona de forma más directa y frecuente con los pacientes y se vuelve susceptible a mayores niveles de estrés, agotamiento emocional y despersonalización, caracterizando síntomas del Síndrome de Burnout. Este representa no solo el compromiso psíquico por el exceso de trabajo, como también una condición de alto costo personal al contribuir a una atención de menor calidad y con mayor riesgo de errores.